La práctica de la meditación es algo muy simple, precisamente debido a su sencillez puede parecer difícil.
La mente está acostumbrada nuestro día tratar con problemas difíciles y ha olvidado por completo
cómo responder a las cosas simples de la vida. Cuanto más fácil y simple es una cosa, más difícil le parece a la mente porque, la mente es muy eficiente resolviendo cosas complicadas.
Nuestra mente ha sido entrenada para resolver temas complicados no parece saber cómo tratar con algo tan sencillo como la meditación.
Los ejercicios de respiración son muy sencillos, consiste en observar tu respiración, como entra y como sale.
Este método es tan sencillo que podríamos que decir que eso es todo los ue se necesita para una meditación.
La técnica completa se debe de llevar a cabo sentado y en silencio, observando tu respiración, como entra y cómo sale.
Puedes ir añadir la atención a este ejercicio.Si pones tu atención cuando inhalas te darás cuenta que la respiración la puedes sentir en tus fosas nasales, por un instante observa.
Cuando exhalas los vuelves a sentir en la punta de la nariz no es que tengas que concentrarte en la punta de la nariz solamente has de permanecer alerta consciente.
Si te equivoques simplemente sigue recordando al principio. Es un ejercicio muy sencillo pero te perderás una y otra vez, pero debes de realizar el ejercicio de volver a la atención.
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