Una buena manera de controlar nuestras emociones es mediante las meditaciones guiadas. Vivimos en un mundo lleno de ruido, estrés, prisa y exceso de trabajo. En este momento quizás no estamos sufriendo las consecuencias de dichos prisas debido al confinamiento pero puede que sí estemos sufriendo estrés. Todos nos podemos sentir en algún momento más nerviosos, ansiosos, irritables e incluso más tristes porque nuestra vida y nuestras rutinas han cambiado. Las meditaciones guiadas podrán serte de gran ayuda. Vamos a explicarte en qué consisten.
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¿Qué son las meditaciones guiadas?
Las meditaciones guiadas son aquéllas que nos permiten conectarnos con nosotros mismos y con ese «yo interior» que en muchas ocasiones tenemos «aparcado» a la espera de tener tiempo para dedicarlo a nosotros pero no debemos olvidar que buscar el momento para crear esa conexión nos reportará múltiples beneficios, tanto físicos como psicológicos.
Las meditaciones guiadas sirven como herramienta para relajar la mente, para evitar pensamientos innecesarios, y sobre todo para tener una mejor actitud ante la vida y ante las circunstancias de nuestro día a día.
Como su propio nombre indica, la meditación guiada es aquélla que cuenta con un guía. Una persona que con su voz y sus palabras nos ayuda a conectarnos con nuestros cuerpo y nuestra mente, llegando así a alcanzar el estado de relajación deseado. En ocasiones dichas relajaciones suelen ir acompañadas de música o de sonidos de la naturaleza, como el canto de los pájaros, la lluvia, las mareas o el sonido de un arroyo.
En este tipo de meditaciones es muy importante la voz y el tono del guía, ya que una voz que te resulte irritante o una voz demasiado aguda pueden no permitirte entrar de lleno en el mensaje y por tanto profundizar en la relajación. Debes encontrar aquella meditación cuyo guía te infunda confianza, tranquilidad y sensación de acompañamiento.
Hay varios tipos de meditaciones guiadas y cada una te permitirá desarrollar un objetivo diferente. Elegir la correcta será fundamental para alcanzar el objetivo deseado.
La duración de la meditación variará dependiendo del objetivo que se desee alcanzar. Decidas el que decidas a la hora de meditar no hay que tener prisas, puesto que el principal reto a la hora de enfrentarse a una meditación es tener en cuenta que ese tiempo te lo estás dedicando a ti, a tu cuerpo, a tu mente y a tus objetivos. La duración de la meditación será aquélla que tu consideres suficiente para alcanzar esa conexión entre mente y cueerpo y que es, a fin de cuentas, la razón por la que has decidido emprender ese breve viaje hacia tu yo interior.
¿Cuantos tipos de meditaciones guiadas existen?
Existen varios tipos de meditaciones guiadas. El psicólogo Nahum Montagud Rubio nos hace un interesante repaso por las más relevantes:
- Tradicional; en la que un guía nos va dando indicaciones que nos ayudan a meditar, facilitandonos la concentración al ir escuchando en todo lo momento los pasos a seguir.
- Mindfullnes: es la meditación en la que lo importante es que te concentres en el presente, en lo que haces ahora, estés donde estés ayudándote del cuerpo y de la respiración
- Con visualización: en ella tienes que visualizar algo en tu mente. Este acto de visualización te ayuda a relajarte y mantener la concentración sin perder el objetivo de la relajación.
- Afirmaciones: en este caso es tan sencillo como repetirse interiormente frases afirmativas.
- Tonos binaurales: en este tipo de meditación cuentas con unos auriculares en los oídos que emiten cada uno de ellos un sonido diferente estimulando así tus ondas alfa.
- Meditación guiada de atención a la respiración: Este método te obliga a concentrarte únicamente en tu respiración. Esta técnica es muy similar a la meditación mindfulness pero está basada únicamente en la respiración.
- Relajación y escaneo corporal: se trata de una meditación en la que tienes que sentir cada parte de tu cuerpo, incluyendo la respiración paso a paso. Esta es una técnica altamente efectiva de relajación total.
- Para conciliar el sueño: Es aquélla en la que se hace un repaso de cómo ha sido tu día tratando de alejar las emociones negativas que puedas albergar.
¿Dónde y cómo realizar una meditación guiada?
Para empezar la meditación es necesario tener un espacio cómodo y tranquilo donde sepas que no serás molestado. Puedes ayudarte creando un ambiente más propicio usando velas o incienso.
La posición corporal es muy importante ya que te ayudará a la concentración.
La espalda debería de estar apoyada, los brazos y manos relajados sobre las piernas. Con estos simples gestos le indicas a tu cerebro que no debe de estar alerta, y así poder empezar con el proceso de relajación mental.
La respiración es también muy importante y debe ser lenta y pausada. Algunas personas la realizan en cuatro tiempos: cuatro tiempos de inhalación, cuatro tiempos de retención y cuatro tiempos de exhalación.
Ahora deberás seguir los pasos de la meditación guiada y si nuestra mente se pierde, intentar volver a centrarse en la respiración, o lo que la meditación guiada nos esté indicando. Con la práctica la mente acabará centrándose en esa actividad únicamente.
Las primeras veces suelen ser más complicadas de realizar. Al tratarse de una actividad a la que no estamos acostumbrados podemos experimentar picor en el cuerpo, que nuestra mente nos diga que no puede y otras tantas opciones posibles. La meditación nos enseña a que hay que ser perseverante para conseguir el objetivo de centrar la mente y cuerpo.