En algunos momentos nos podemos sentir ofendidos porque consideramos que «alguien» nos dijo, o hizo algo a propósito.
En este contenido te explicamos cómo puedes aprender a perdonar.
El primer paso para entender cómo puedes perdonar es haciendo una reflexión interna sobre cómo te afecta lo que te dicen y hacen los demás, nadie más tiene esa percepción más que tu.
Si entendemos esta parte, sabemos que el poder de cambiar cómo te sientas en esa circunstancia depende sólo de ti. El factor externo es el que removerá tu factor interno y podrás sentirte ofendido o no. Si lo piensas bien, nadie te ha ofendido realmente.
Lo que ha pasado es que esa persona y/o situación te hace un reflejo de ti, y eso no nos suele gustar, en absoluto y de ahí que nos sintamos ofendidos.
En muchas ocasiones nuestras expectativas de una persona o situación suelen ser muy altas, y cuando no se cumplen, nos hieren, pero no nos han herido realmente, sólo no han cumplido nuestras expectativas.
Nuestras expectativas son nuestras y las creamos con nuestros pensamientos, no son reales y nadie más las tiene, somos seres únicos que generamos nuestra propia realidad.
Piensa esa situación donde te sentiste ofendido y ofendida por última vez, y analiza la situación con estas palabras que has leído y hazte la pregunta nuevamente.
¿Esa persona (o situación) me ha ofendido realmente?
Si lo piensas y analizas como hemos descrito anteriormente, podrás responder qué parte de ti, o qué pensamientos se han sentido ofendidos por no cumplir esas expectativas.
Un ejemplo muy recurrente pueden ser los padres. Tu esperabas que tus padres te dieran más amor, que te abrazaran más. Y ellos no lo hicieron. No tienes porque sentirte ofendido, lo que no se cumplió fueron tus expectativas de «Padres amorosos e ideales».
Aprende a perdonar, y aprende a perdonarte.
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